Un hacker muestra lo fácil que es robar un coche con esta técnica
Los últimos avances tecnológicos permiten fabricar coches cada vez más conectados y seguros. Sin embargo, los ladrones también
actualizan sus herramientas para que actúen sobre los puntos débiles de
los sistemas de cierre a distancia de los nuevos modelos. Así, sustraer
un coche es para ellos un acto cada vez más rápido y sencillo.
Un hacker de Canadá lo demuestra en el vídeo que os traemos hoy. En las imágenes se ve como roba (es una demostración) un vehículo de alta gama y lo fácil que le resulta acceder al interior del coche sin necesidad de dañarlo. Para conseguirlo utiliza un inhibidor de frecuencia y un generador de códigos avanzado, que él mismo ha fabricado.
El objetivo del robo en esta prueba es un Jeep Grand Cherokee, que acaba de estacionar en una plaza de aparcamiento. El hacker muestra el inhibidor que va a utilizar a continuación, que presenta un tamaño similar al de un teléfono móvil, y que tiene una antena adosada.
Al pasar el inhibidor cerca de la puerta, el cierre se desbloquea como por arte de magia, y el hacker puede acceder sin más problema al interior del vehículo. Una vez sentado en el asiento utiliza el mismo inhibidor para desbloquear el botón de arranque. Y toda esta operación la ha realizado sin ninguna otra herramienta.
El sistema es capaz de captar e inhibir frecuencias entre 22 y 40 hertzios
Evan, el hacker protagonista, explica que este sistema es capaz de captar e inhibir frecuencias entre los 22 y los 40 hertzios
de un mando a distancia de un vehículo. De este modo, los coches que
podrían ser robados con esta técnica son modelos premium como el Jeep
del vídeo.
Un hacker de Canadá lo demuestra en el vídeo que os traemos hoy. En las imágenes se ve como roba (es una demostración) un vehículo de alta gama y lo fácil que le resulta acceder al interior del coche sin necesidad de dañarlo. Para conseguirlo utiliza un inhibidor de frecuencia y un generador de códigos avanzado, que él mismo ha fabricado.
El objetivo del robo en esta prueba es un Jeep Grand Cherokee, que acaba de estacionar en una plaza de aparcamiento. El hacker muestra el inhibidor que va a utilizar a continuación, que presenta un tamaño similar al de un teléfono móvil, y que tiene una antena adosada.
Al pasar el inhibidor cerca de la puerta, el cierre se desbloquea como por arte de magia, y el hacker puede acceder sin más problema al interior del vehículo. Una vez sentado en el asiento utiliza el mismo inhibidor para desbloquear el botón de arranque. Y toda esta operación la ha realizado sin ninguna otra herramienta.
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